domingo, 10 de abril de 2011

ASTRONOMÍA EN ARMILLA (y 2)

Al final la actividad que teníamos prevista se pudo desarrollar sin mayores contratiempos (es necesario destacar esto, aún a costa de parecer una obviedad, y sabemos por qué lo decimos ;)).
Unos treinta asistentes a la charla de iniciación (calculamos que algunos más en el ratito que estuvimos con los telescopios en el terraza de la Cerraca), que esperamos disfrutasen al menos como lo hicimos nosotros.


Salva nos hizo a todos un rápido recorrido por las figuras más importantes de la historia de la Astronomía, desde Eratóstenes, que hace más de 2000 años consiguió medir el radio de la Tierra con una precisión asombrosa para la época, hasta el mismísimo Lemaître, ese desconocido personaje que, paradójicamente, tiene el mérito de ser considerado el Padre del Big Bang (la teoría más aceptada sobre la creación del Universo, que no es poco).

Después, y de la forma más amena y divertida posible, nos mostró las distancias en el Universo, desde la distancia que nos separa de la Luna, sus verdaderos tamaños a la misma escala, cómo de grande sería nuestro Sistema Solar si la Vía Láctea fuese del tamaño de España (no sería mayor que una moneda de un céntimo, por si alguien tiene curiosidad), hasta cómo de grande (o pequeña, según se mire) sería nuestra galaxia en el conjunto del Universo.



Luego siguió la explicación del cielo que tendríamos oportunidad de ver esa noche, las estrellas y constelaciones más destacadas, así como algunas de las estrategias de las que nos valemos los aficionados a la Astronomía para conseguir orientarnos entre las estrellas, y encontrar el "camino" entre ellas.



Para la sesión de observación, que se prolongó por algo más de una hora, contamos con una variada selección de instrumentos ópticos: telescopio refractor APO de 107 mm, telescopio refractor de 60 mm, telescopio refractor de 70 mm computerizado, telescopio reflector de 250 mm, prismáticos de medio formato (70 mm) sobre trípode, y algún otro instrumento de observación aportado por alguno de los asistentes:






Hay que reconocer que para estar en plena área metropolitana, con una contaminación lumínica muy importante, conseguimos ver algunas de las cosas que teníamos en el "menú" de la noche. La Luna, que se mostraba soberbia con sus 5 días de fase. Saturno, el Señor de los Anillos, que acababa de pasar por su oposición al Sol (es decir, por el punto de mejor observación desde la Tierra). Los Cúmulos Abiertos de Las Pléyades, Híades, El Pesebre, .... y cómo no, la siempre magnifica Nebulosa de Orión.

Nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Armilla, por facilitarnos los medios para llevar a cabo la actividad, especialmente a Alejandro Corral, de la Concejalía de Educación y Cultura, y sobre todo, a todos los que compartisteis este ratito de Astronomía con nosotros.
Muchas gracias.

domingo, 3 de abril de 2011

NO PUDO SER


Al final no pudo ser.

Una vez más, parece los hados se han aliado en nuestra contra. Hemos tenido que suspender este año también el Maratón Messier que teníamos previsto para la pasada noche. Eso sí, la velada g-astronómica que pasamos con los compañeros de Hubble estuvo realmente bien.

Sospechando que esto podría pasar, la noche del viernes tuvimos oportunidad de quitar el polvo de nuestro telescopio, y a pesar de que la noche no estaba especialmente limpia en el Campo de Tiro de Iznalloz, conseguimos matar el gusanillo de acercar el ojo al ocular y volver a maravillarnos con los "secretos" que se esconden entre las estrellas.

Intentamos, sin éxito (hay que reconocerlo) atrapar los dos primeros objetos Messier que se buscan durante la Maratón, las esquivas galaxias M74 y M77. Misión imposible. Los árboles del horizonte oeste nos cubrían la zona donde deberían encontrarse (a pesar de, como veréis, cambiamos de lugar el "campamento de observación" ;)).

Nos resarcimos atrapando la mayor parte de galaxias de Leo, así como el grupo de Osa Mayor, en torno a M106, además de algunos otros objetos de la zona.

Intentamos también hacer un Time Lapse durante el rato en que estuvimos allí, que dura justo lo que le duró la primera batería a la cámara (la segunda, como no podía ser de otro modo, estaba descargada).