La
nebulosa
de Orión (Messier 42,
M42,
o NGC
1976),
es una nebulosa
difusa
situada al sur del cinturón
de Orión.
Es una de las nebulosas
más brillantes que existen, y puede ser observada a simple
vista
sobre el cielo nocturno. Está situada a 1270 años
luz
de la Tierra,
y posee un diámetro aproximado de 24 años luz. Algunos documentos
se refieren a ella como la Gran
Nebulosa de Orión,
y los textos más antiguos la denominan Ensis,
palabra latina
que significa "espada", nombre que también recibe la
estrella Eta
Orionis,
que desde la Tierra se observa muy próxima a la nebulosa.
La
nebulosa de Orión es uno de los objetos
astronómicos
más fotografiados, examinados, e investigados. De ella se ha
obtenido información determinante acerca de la formación
de estrellas
y planetas
a partir de nubes de polvo y gas en colisión. Los astrónomos han
observado en sus entrañas discos
protoplanetarios,
enanas
marrones,
fuertes turbulencias en el movimiento de partículas de gas y efectos
fotoionizantes cerca de estrellas muy masivas próximas a la
nebulosa.
La
nebulosa de Orión forma parte de una inmensa nube de gas y polvo
llamada nube
de Orión,
que se extiende por el centro de la constelación
de Orión
y que contiene también el bucle
de Barnard,
la nebulosa
Cabeza de Caballo,
la nebulosa
de De Mairan,
la nebulosa
M78
y la nebulosa
de la Flama.
Se forman estrellas a lo largo de toda la nebulosa, desprendiendo
gran cantidad de energía
térmica,
y por ello el espectro que predomina es el infrarrojo.
La
nebulosa de Orión es una de las pocas nebulosas que pueden
observarse a simple
vista,
incluso en lugares con cierta contaminación
lumínica.
Se trata del punto luminoso situado en el centro de la región de la
Espada (las tres estrellas situadas al sur del cinturón
de Orión).
A simple vista, la nebulosa aparece borrosa, pero con telescopios
sencillos, o simplemente con prismáticos,
la nebulosa se observa con bastante nitidez.
La
nebulosa de Orión contiene un cúmulo
abierto
de reciente formación denominado cúmulo
del Trapecio,
debido al asterismo
de sus cuatro estrellas principales. Dos de ellas pueden observarse
como estrellas binarias en noches con poca perturbación atmosférica,
efecto denominado seeing,
lo que hace un total de seis estrellas. Las estrellas del cúmulo del
Trapecio acaban
de formarse,
son muy jóvenes, y forman parte de un masivo cúmulo estelar con una
masa calculada en 4500 masas
solares
dentro de un radio de 2 parsecs
llamado cúmulo
de la nebulosa de Orión,
una agrupación de aproximadamente 2000 estrellas y con un diámetro
de 20 años luz.
Los
observadores se han percatado de que la nebulosa posee zonas
verdosas, además de algunas regiones rojas y otras azuladas con
tintes violetas. La tonalidad roja se explica por la emisión de una
combinación de líneas de radiación
del hidrógeno,
Hα,
con una longitud
de onda
de 656,3 nanómetros.
El color azul-violeta es el reflejo de la radiación de las estrellas
de tipo
espectral O
(muy luminosas y de colores azulados) sobre el centro de la nebulosa.
El color verdoso supuso un auténtico quebradero de cabeza para los
astrónomos durante buena parte de comienzos del siglo
XX,
ya que ninguna de las líneas
espectrales
conocidas podía explicar el fenómeno. Se especuló que estas líneas
eran causadas por un elemento totalmente nuevo, y a dicho elemento
teórico se le acuñó el nombre de «nebulium». Más tarde, cuando
ya se poseía mayor profundidad en el conocimiento de la física de
los átomos, se llegó a la conclusión de que dicho espectro verdoso
era causado por la transición de un electrón
sobre un átomo de oxígeno
doblemente ionizado.
Sin embargo, este tipo de radiación es imposible de reproducir en
los laboratorios, ya que depende de un medio con unas características
concretas solo existentes en las entrañas del espacio.
Datos
de la toma: Telescopio APO TMB 107.
Cámara
réflex Canon 500D modificada.
12
tomas de 10, 30 y 300”.
Lugar:
Alto de Blancares, La Peza, Granada.
Fecha:
08 de noviembre de 2015.
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