Cuando
piensas en un eclipse lunar, el color que viene a la mente es el
rojo. El núcleo de la sombra de la Tierra está enrojecido por la
dispersión atmosférica, y cuando esa sombra cae sobre la Luna, el
paisaje lunar se vuelve tan rojo como una puesta de sol.
Sin
embargo, en el eclipse del 27 de julio de 2018 se vio un color azul.
La fuente del color azul es el ozono. El investigador de eclipses,
Dr. Richard Keen, profesor emérito de la Universidad de Colorado,
explica: “La mayoría de la luz que ilumina la luna atraviesa la
estratosfera y se enrojece por la dispersión. Sin embargo, la luz
que pasa a través de la estratosfera superior penetra la capa de
ozono, que absorbe la luz roja y realmente hace que el rayo de luz
que pasa sea más azul”. Esto se puede ver, dice, como una franja
de color turquesa alrededor del rojo.
Foto
tomada desde Plasencia(Cáceres) el 28 de Julio de 2018.
Equipo
usado:
- Telescopio: Celestron ed80
- Montura: Celestron Cg4.
- Camara: Fujifilm XT10.
- Accesorios: Polemaster QHY.
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